23 de octubre de 2012

¿Que objetivos marcamos con el ataque?.

Es importante saber en qué consiste el ataque y los procesos que conllevan este momento de juego. Los niños, desde la base, no saben cuáles son los procesos del juego, pero sería interesante ir inculcándoles los mismos durante los años de formación clave.

Estaríamos hablando de que a una edad de doce años (infantiles), comiencen a reconocer que necesitan hacer para culminar un ataque con éxito. Cierto es, que se trata de una edad en la que se les hace difícil de comprender éstos términos. También, sabemos que la necesidad de ir al ataque y culminar en gol es innato en todo jugador, ya que la competición hace que el niño comprenda la necesidad del gol.

Por lo tanto, enseñamos a los niños a atacar por un objetivo (el  gol), en vez de enseñarles a atacar por atacar. Los objetivos de los que hablamos son los siguientes:
  •       Conservar el balón recuperado.

Una vez recuperado el balón comienza el proceso de ataque. Siempre suelo preguntarles a los niños: “¿Qué prefieren, atacar o defender?”, como siempre, prefieren atacar. Una de las claves del ataque es que mientras nosotros tenemos la posesión del balón, el rival estará haciendo el doble de esfuerzo por defender con el consecuente desgaste psicológico que conlleva.

La idea es enseñarles que el proceso de ataque se compone de una serie de gestos (pase, disparo, regate, etc.), que realizados en el momento idóneo llevan a un fin común positivo.
  • ·         Progresar hacia el objetivo establecido.

Aquí tenemos uno de los grandes retos en la base. Como entrenadores debemos comenzar a enseñar a los niños a identificar el problema que se les plantea. Cierto es que el entrenador está para tomar las decisiones, pero es importante hacer entender a los jugadores porque hacemos esos cambios de planteamiento.

El niño aprenderá a identificar qué tipo de ataque debe seguir para enfrentarse a la defensa planteada por el conjunto rival. Por ejemplo, saber el tipo de juego que planteará ante una defensa al hombre o zonal.

Por otro lado, también les enseñaremos a tomar decisiones dependiendo de las características de los compañeros que se encuentren en cancha en ese momento. Hay jugadores más técnicos, menos técnicos, mas "pesaditos", otros que distribuyen mejor el juego, etc.
  • ·         Lograr goles.

El fin óptimo de todo ataque, el objetivo del juego, la emoción del deporte en general, es el gol, el tanto, la canasta o ese punto vital. Es el fin de toda competición, pero también lo es evitar que te los metan. 

Enseñarles que desde el trabajo se cumplen los objetivos es muy importante, pero hacerlo siguiendo los procesos correctos es más importante aún. De nada me sirve tener un solo niño que se lleva a todo un equipo rival y marque cinco goles si el resto de niños no está aprendiendo nada y solo juegan para defender. Enseñarles a culminar jugadas desde la construcción del juego, por banda, por el centro, 3c1, 3c2, 1c portero, etc.

No debemos cometer el error de crear figurines del fútbol sala durante el proceso de formación, que a los dieciocho años nadie querrá porque no sabrá jugar en equipo, que los hay. La base del futuro buen jugador está en la educación que empleemos con ellos en su etapa de formación, tanto los monitores/entrenadores como sus propios progenitores.

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